jueves, 24 de marzo de 2011

dia 5 "cayendo y corriendo"

Buenos días chicos- escuche una voz, me levante a abrir la puerta, mire y era Yerika, ella nos estaba levantando, ya que estábamos apunto de llegar a Japón, me sorprendí y levante a todos muy rápido, arregle mi maleta, fui corriendo al baño, mientras que los muchachos se despertaban. Cuando Sali vi ya todas las maletas en la puerta, Dali Emmanuel y Claudio estaba desayunando, yo me uní a ellos. Ellos entraron al baño, Emmanuel se quedo en la puerta esperando. Al terminar salimos de la habitación, y tocamos la puerta de la habitación de las muchachas, ellas nos abrieron y también estaban listas.
¿Nos vamos?- les pregunte
Ok- me respondió Lorvelis
Llego Yerika, nos llevo para el área de carga, el submarino se detuvo, las puerta se abrían lentamente, un rayo de sol entraba en ese oscuro lugar, cuando se termino de abrir la puerta entraron dos camionetas Hummer, estaban totalmente blindadas, bajo un señor.

Buenos días, yo soy el secretario de defensa de Japón…-decía el señor, lo cual hablaba muy bien el español- yo los llevare para el destino de su siguiente misión.
Nos montamos y salimos del submarino, la luz del sol nos dejo ciego por un rato, cuando miramos bien habían diez Chrysler negras del lado derecho y diez del lado izquierdo, las Hummer en las que íbamos se pararon y las primeras cinco Chrysler de ambos la dos se adelantaron, formando dos columnas de cinco a cada lado, luego las dos Hummer arrancaron y detrás venían las otras Chrysler que quedaban.

Después de dos horas en carro, llegamos a un edificio, tenia diez pisos de altura, y era demasiado grande, tenia una cerca alrededor de todo el edificio, un muro de mas de dos metros de grosor y cinco metros de alto.
Las Chrysler se quedaron a los lados y dejaron pasar a las Hummer, el guardia del edificio pidió una identificación, el secretario de la defensa bajo el vidrio les mostro su identificación y nos dejaron pasar. Al entrar el secretario se bajo y las Hummer se devolvieron, nosotros nos quedamos en ellas. Las Chrysler tomaron las mismas posiciones como veníamos, y nos llevaron para un aeropuerto militar, entramos y las Hummer se pararon, nos bajamos y nos mandaron a subir a un bombardero, el cual era demasiado grande.

Le dijeron a Dali que iba hacer el piloto, a  Andrea que iba a estar en la metralleta de cincuenta y seis milímetro, a Emmanuel en el cañón que estaba en el avión, a mi en la otra metralleta que era un poco mas grande que la de Andrea, a Lorvelis le toco ser la jefa en esta misión, Yerika era la que veía nuestro progreso, Claudio era el que estaba con Emmanuel cargando las balas de los cañones, Liliexis se quedo en la base con “Lailu” revisando todo, para ver si la misión resulta ser un éxito o no.
Se prendieron los motores del avión y despego, tomo la altura de treinta mil metros de altura, y la misión empezó exactamente a las once de la mañana. Llegamos a la costa de Japón, en donde estaban llegando los emigrantes, Andrea sostuvo el cañón igual que yo, Lorvelis dio la orden para empezar, Andrea empeso a disparar a los buque que llegaban yo le disparaba a las personas que se bajaban del buque, pero Emmanuel no hacia nada.
Quintero, necesitamos que usted colabore, pero Emmanuel no hiso cazo, quito las manos del gatillo, se levanto y se acerco a Lorvelis.
Este rabajo no es para mi- le dijo Emmanuel, se sento lejos de todos, Claudio quedo asombrado y tomo la posición de Emmanuel, Claudio cargaba y disparaba el cañon el solo.
Lorvelis, los arcos a los que estamos disparando no son barcos normales- dijo  Yerika
Y ¿con que estamos lidiando?- pregunto Lorvelis
Con barcos de guerra, y los que bajan de ese barco son soldados, y son mas de veinte barcos y han destruido tres.- respondió Yerika.
Esta bien, ahora todos disparen sin piedad, esos no son personas- grito Lorvelis
Todos nos miramos y disparamos a matar, veíamos como las personas se cain, explotaban y se quemaban.

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